Tres casos positivos y 50 personas aisladas pusieron en jaque este sábado a la organización del Abierto de Australia 2021.
Resulta que a la llegada a Melbourne de dos de los vuelos privados y especiales que el primer Grand Slam de la temporada dispuso para los participantes, tres personas (no se dieron nombres), una de ellas un entrenador, dieron positivo al test para detectar coronavirus y por ese motivo las autoridades locales y el propio comité organizador del evento decidieron aislar a los 50 pasajeros del avión, varios de ellos tenistas.
Uno de los vuelos procedía de Los Angeles y el otro de Abu Dhabi, y para evitar problemas se determinó la cuarentena para todos los viajeros pese a la molestia evidente de algunas jugadoras como Paula Badosa de España, Marta Koztyuk o Alize Cornet y muchas más ya que se les había prohibido salir de sus habitaciones e incluso abrir sus ventanas. También se les dijo que no podrán jugar los torneos previos al Open y que tampoco les sería permitido entrenar mientras convalece.
Sin embargo, La Federación Australiana de Tenis emitió más tarde un comunicado oficial con otras medidas que les permitirá salir durante máximo 5 horas y dentro de las cuáles tendrán 130 minutos para practicar en una cancha, 90 minutos para trabajo de gimnasio y 60 minutos para alimentarse.
Ninguno de los mejores tenistas del ranking tanto ATP como WTA tendrán que pasar por estas viscisitudes ya que la organización los mandó a otra sede, en Adelaida, en una “burbuja” especial donde sí podrán mientras cumplen con su cuarentena de 14 días, entrenar para su presentación en el Abierto y para la exhibición que el día 29 de enero ofrecerán Novak Djokovic, Rafael Nadal, Serena Williams, así como algunos y algunas más de los tenistas más reconocidos del planeta.