La emergencia sanitaria global por la pandemia de COVID-19 mantiene a gran parte del mundo confinado, atravesando períodos de cuarentena y aislamiento social con el objetivo de reducir el impacto de la enfermedad. Con una limitación de actividades hay consecuencias claras: mucho tiempo por ocupar y alta actividad en las redes sociales.
El australiano Alex de Miñaur se encuentra estos días en su residencia de Alicante, ciudad en la pasó parte de su infancia y en la que mantiene actualmente su base de entrenamientos. Apenas a unos metros de la casa familiar, el No. 26 del FedEx ATP Rankings pasa estos días en soledad, manteniendo el contacto con el exterior a través de la tecnología.
Este domingo, ocupando algunos minutos del día, el aussie realizó una sesión en directo a través de Instagram con el español Javier Barranco, actual No. 296 mundial y un gran compañero de aventuras en etapas de formación. Sería una charla más si no fuera por el contenido de la misma, desvelando una divertida y desconocida anécdota de su etapa junior.
Todo se remonta al Torneo Internacional Junior de Sanxenxo 2014, uno de los eventos junior celebrados entonces sobre superficie dura en la turística localidad pontevedresa. Con apenas 15 años de edad y siendo ya uno de los talentos de futuro más destacados del circuito internacional, el australiano tuvo un despiste imposible de olvidar. Algo incapaz de desaparecer de su mente seis años después y ya con una carrera notablemente destacada en el ATP Tour.
“Me gustaría rescatar una anécdota que nos pasó años atrás”, afirmó Barranco. “Fuimos a dos torneos en Sanxenxo y Pontevedra… ¿Te acuerdas de los que pasó o no?”
“¡Claro que me acuerdo! ¡Lo recuerdo demasiado bien!”, reconoció De Miñaur.También Podría Interesarle: Schwartzman, Mensajero Por Un Día
La historia, contada por ambos, no tiene desperdicio y causó infinidad de comentarios entre los asistentes a la sesión en vivo.
“Yo jugaba a las 9:00 de la mañana. Recuerdo que tenía que competir en el primer turno. Entonces, pedí calentar contigo. Habíamos quedado a las 8:00. Jugábamos los dos a las 9.00 y yo pensaba que tú lo sabías”, recordó Barranco sin poder contener la risa. “Pensé que habías visto el orden de juego y que sabías que tenías que jugar esa mañana”.
De Miñaur no podía ocultar las carcajadas al recordar aquel momento. “¡No sé que pasó pero eso no lo sabía! ¡Es que llegué allí para calentar!”, recuerda De Miñaur, que ha ocupado estos días con ejercicios de baja intensidad e incluso atreviéndose con recetas de cocina en casa.
“Yo estaba con mi entrenador y te veo entrar al club apenas una raqueta. Creo recordar que también llevabas la gorra. Y me digo, ¿pero dónde va a calentar así si juega a las 9:00?”, dijo Barranco provocando las carcajadas del australiano. “Entonces te fuiste corriendo a mirar el orden de juego y lo comprobaste. Tu padre tuvo que irse corriendo al hotel a por las cosas”.
“¡Así fue! ¡Es que no tenía camiseta de jugar ni nada!”, reconoció De Miñaur.
“Pero llegaste y ganaste 6-0, 6-0 o similar. Creo recordar que allí no ibas ni de cabeza de serie, pero el rival jugaba bastante bien. Jugaste un partido de unos 40 minutos y… ¡después ganaste el torneo!”.
La situación, inédita en la carrera de De Miñaur, sigue fresca en la memoria. “Fue muy estresante, No sé qué pasó, pero en la vida me ha ocurrido otra vez. Hay que recordar que esas pistas me iban bien. ¡Eran muy rápidas! Me acuerdo que dije ‘no me lo puedo creer que está pasando’. Yo pensaba que incluso me iban a poner walkover”, recordó De Miñaur.