LA RUTA DE LAS MUJERES EN EL TENIS

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Por Karina Elián Salinas 

El mundo del deporte es ya de por sí competitivo, digamos que está en su ADN, pero si mezclamos esa naturalidad del deseo de ganar, con la igualdad de género, encontramos una ruta bastante interesante que han cruzado las mujeres para adentrarse en el mundo de los deportes.

En esta ocasión, exploraremos qué ha pasado con el género femenino en el universo del TENIS, dando un vistazo a su historia y a esas mujeres que han dejado huella en dicha práctica. 

Desde 1884 se llevaron a cabo las primeras competencias femeninas, las cuales tuvieron lugar en Wimbledon, exclusivas para las competidoras de origen británico. 

Al pasar del tiempo, otras nacionalidades participaron, fue hasta 1905 cuando la norteamericana Mey Sutton se convirtió en la primera deportista en ganar en Wimbledon sin ser de origen inglés. 

La historia seguía su curso, y tras los ya conocidos desastres que dejaron las Dos Guerras Mundiales, el tenis, así como muchos otros deportes, se vio afectado, en específico el femenil, sobre todo al enfrentar los estragos del holocausto.

Fue hasta los años cincuenta en que el tenis empezaría a recobrar de nuevo fuerza, en específico las mujeres volverían al ruedo con las tenistas Connolly y Gibson, ésta última sería la primera mujer de raza negra, en ganar el famoso torneo.

La pasión del tenis hace más presente su fuerza tanto en los espectadores como en los medios publicitarios a partir de la década de los setentas, por tal motivo las grandes empresas tanto de rubros deportivos como automotrices comenzaron a invertir grandes cantidades para el desarrollo del tenis profesional. Formándose así tanto la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), como la Asociación Profesional Femenina de Tenis (WTA).

De esta asociación femenil destacarían tanto la tenista norteamericana Cris Ever y la checoslovaca Martina Navratilova, convirtiéndose ambas en  protagonistas por la victoria del primer lugar durante toda la década de los 80s.

Para finales de esta misma década, aparecería la alemana Steffi Graf quien ganó la medalla de oro de los juegos olímpicos de Seúl. 

Y en 1997 la tenista Martina Hingis se convierte en la deportista más joven de la historia, pues contaba tan sólo con 16 años cuando comenzaba a destacar en la cancha, ganando tan sólo dos años después el Abierto de Australia. En este mismo año también surgirían nombres como el de Anna Kournikova, Serena Williams, Justine Henin y María Sharapova.

De estas figuras sabemos que algunas ya están retiradas, otras más siguen dando lo mejor de ellas en sus torneos, y que habrá más tenistas por descubrir.

Evidentemente el camino no ha sido fácil para cada una de estas protagonistas del deporte, pues aún se menciona que a pesar de que las mujeres han alcanzado un gran peldaño en esta orbe, hay muchos más por escalar, ya que los índices siguen marcando una diferencia a favor del mundo masculino del tenis tanto en niveles de audiencia, como en premios.

Así que por ahora, hemos recorrido un poco por la historia de las mujeres en el tenis, pero falta mucho por aprender y más por hacer para llevar a cada una de las profesionales del deporte a un terreno más equitativo en su rubro.