Por Karina Elián Salinas
La literatura norteamericana cuenta con exponentes que han marcado distintas etapas a través de la historia, uno de ellos fue el novelista “John Steinbeck”.
Durante su juventud se desempeño en distintos oficios, dentro de ellos como albañil, siendo uno de los trabajadores quienes participaron en la construcción del “Madison Square Garden”.
Años más tarde sin haber conseguido graduarse de la “Universidad de Stanford”, se abrió camino dentro del mundo literario, publicando en 1929 su primera novela “La copa de oro”, la cual pasó inadvertida ya que no obtuvo el éxito esperado por el autor.
Por un breve periodo colaboró en un diario estadounidense siendo corresponsal de guerra en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, dando paso a las obras que le darían reconocimiento dentro de la crítica literaria.
Estas obras retrataron a las clases medias durante la “Gran Depresión”, dando como resultado la novela “De ratones y hombres”, obteniendo gran aceptación.
Como resultado de los artículos periodísticos que Steinbeck había escrito sobre los trabajadores que llegaban a California en busca de un mejor empleo, surge la obra emblemática del autor, la novela “Las uvas de la ira”, con la cual obtuvo el Premio Pulitzer en 1940.
En este libro ambientado en los años 30 el escritor nos muestra la crónica de una familia quienes obligados a dejar Oklahoma debido a la explotación, tienen que viajar a California en busca de mejores condiciones de vida, por lo que Steinbeck convierte a sus personajes en constantes luchadores quienes no dudan en denunciar los abusos de los que eran objeto.
Esta publicación estuvo inmersa dentro de la polémica tanto en el sector político como social, teniendo críticas a favor y en contra de la prosa del autor.
El interés de John Steinbeck por los problemas de la clase obrera así como de las poblaciones inmigrantes lo llevó a coronar su carrera literaria al obtener el Premio Nobel de Literatura en 1962, logrando convertirse en un representante del realismo social dentro de la literatura.