La japonesa Naomi Osaka y la belga Elise Mertens, cuarta y decimocuarta preclasificadas del Southern and Western Open respectivamente, se enfrascaron en un gran duelo por el boleto a la gran final del Masters de Cincinnati y la vencedora fue la jóven jugadora asiática que el miércoles pasado había renunciado a seguir participando en protesta por los nuevos incidentes racistas en los Estados Unidos.
Naomi ganó fácilmente el primer set por 6-2, pero después tuvo que luchar contra una aguerrida reacción de la europea que le hizo llevar el segundo capítulo hasta el límite 7-6.
En la otra semifinal la checa Johanna Konta, octava sembrada sucumbió ante la bielorrusa Victoria Azarenka en tres sets.
El primero fue de la checa por 6-4, pero la experiencia de Azarenka pesó mucho en las otras dos mangas en las que logró imponerse por 6-4 y 6-1, aprovechando el notorio desgaste físico y mental de Konta quien se derrumbó cometiendo un error tras otro en el tercer set, perdiendo la oportunidad de pelear por el título.
La gran final femenil se disputará este sábado 29 de agosto a las 10 de la mañana en el Louis Armstrong Stadium del complejo de Flushing Meadows en Nueva York. Será la primera en el Masters de Cincinnati para Osaka, mientras que para Azarenka, que no ha ganado un título en el circuito WTA desde el 2016 (en Miami) volverá a tomar parte en la final de este certámen después de 7 años, desde el 2013, cuando enfrentó y derrotó a Serena Williams.