Por René Sánchez
No podía empezar mejor el año y no podía terminar de mejor forma la primera ATP Cup que con un duelo entre España y Serbia, entre el uno y el dos del mundo, entre Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Como siempre en un evento nuevo han habido quejas, han existido ciertas incomodidades y errores, pero todo se olvidará con esta gran final.
Y por supuesto que ambas figuras tendrán que contar con el apoyo y buen desarrollo de juego de sus compañeros, porque solos tampoco podrán ganar, pero es indudable el peso que ambos tienen en sus equipos y lo que anímicamente representan.
Para llegar hasta aquí España batió en semifinales a los australianos 3 a 0, así de contundentes, para no dejar ninguna duda.
Rafael Nadal venció con su típica jerarquía a Alex De Miñaur 4-6,7-5,6-1. Roberto Bautista, diez del mundo, no dejó que Nick Kyrgios hiciera de las suyas y lo apabulló 6-1, 6-4. Y en el dobles Pablo Carreño y Feliciano López también fueron mejores que Guccione y Peers 6-2,6-7,10-4.
Para Serbia la cosa no fue tan diferente. Ellos también estuvieron brillantes ante Rusia y se cobraron dulcemente la revancha de la derrota en Copa Davis por 3 a 0.
En el primer punto Dusan Lajovic ganó a Karen Khachanov 7-5,7-6, dejando que su estrella Novak Djokovic apagara a la de los rusos, Andreii Medvedev por 6-1,5-7 y 6-4 en un verdadero duelo de colosos en el que contó mucho la madurez y experiencia del balcánico.
Nikola Cacic y Viktor Troicki en parejas sólo firmaron la sentencia 6-4 y 7-6 sobre Gabashvili y Kravchuk y viene lo mejor en el gran duelo por el título de la nueva ATP CUP con un gran espectáculo garantizado entre España y Serbia, entre Rafa y Nole.