El codo de tenista, o epicondilitis lateral, es una enfermedad del codo provocada por el exceso de uso. No es sorprendente que jugar tenis u otros deportes de raqueta provoquen esta enfermedad. Sin embargo, otros deportes y actividades diferentes también pueden ponerlo en riesgo.
El codo de tenista es una inflamación de los tendones que unen los músculos del antebrazo con la parte exterior del codo. Los músculos y los tendones del antebrazo se dañan debido al uso excesivo, al repetir los mismos movimientos una y otra vez. Esto produce dolor y sensibilidad en la parte exterior del codo.
Existen muchas opciones de tratamiento para el codo de tenista. En la mayoría de los casos, el tratamiento implica un abordaje en equipo. Los médicos de atención primaria, fisioterapeutas y, en algunos casos, los cirujanos trabajan juntos para ofrecer la atención más efectiva.
El uso excesivo demuestran que el codo de tenista a menudo se debe al daño en un músculo específico del antebrazo. El músculo extensor radial corto del carpo (ECRB) ayuda a estabilizar la muñeca cuando el codo está recto. Esto ocurre, por ejemplo, durante un golpe de fondo de campo en tenis. Cuando el ECRB se debilita debido al uso excesivo, se forman desgarros microscópicos en el tendón donde se une al epicóndilo lateral. Esto produce inflamación y dolor.
El ECRB también puede tener un mayor riesgo de dañarse debido a su posición. A medida que el codo se flexiona y extiende, el músculo se frota contra las protuberancias óseas. Esto puede provocar desgaste gradual y desgarro del músculo con el transcurso del tiempo.
Los atletas no son las únicas personas que pueden padecer este síntoma. Muchas personas son propensas a esta lesión y participan en actividades laborales o recreativas que requieren el uso repetitivo y vigoroso del músculo del antebrazo.
La mayoría de las personas que padecen este malestar tienen entre 30 y 50 años de edad, aunque cualquier persona puede padecerlo. En el tenis, una técnica de golpe inadecuada o el equipo inadecuado pueden ser factores de riesgo.
Si participas en el deporte de raqueta, su médico puede animarlo a que mande a revisar su equipo para verificar si es adecuado para usted. Las raquetas más rígidas y con cuerdas más flojas a menudo pueden reducir el esfuerzo en el antebrazo, lo que significa que los músculos del antebrazo no tienen que trabajar tanto. Si usa una raqueta demasiado grande, puede cambiar a una más pequeña para ayudar a prevenir que se repitan los síntomas.
Antes de realizar cualquier actividad física siempre es importante tener un calentamiento previo para evitar una lesión.